Soy Cofrade

El 29 de julio, por Santa Marta, se festeja una romería algo especial. Los parroquianos que han pasado una enfermedad o un susto se meten vivos en ataudes y son paseados a hombros por el pueblo. Este falso funeral lleva haciéndose más de tres siglos y tiene un profundo sentido religioso: celebrar la vida. En cuanto a las cuestiones prácticas, los vecinos alquilan los ataudes a las funerarias locales o al propio cura de San Xosé. "Ya no se ofrece mucha gente para ir dentro", dice Emilio Raúl, alcalde de As Neves. "Y eso es buena señal, porque significa que están sanos y no han tenido encontronazos con la muerte".

Puede ser, pero la falta de devotos también decepciona un poco a los medios internacionales que asisten cada año a este pequeño (300 habitantes) rincón gallego. "Vienen bastantes turistas, el morbo siempre despierta interés...", dice el alcalde, que admite que nunca se ha metido en una de las cajas fúnebres y que verlo da "mucha impresión".

Posteado por D. JoseAntonio Carmona, en el foro , gracias...
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No se bien la datación de dicho plato, supongo que sera de mediados del s XX, encontrado en una alacena de mi familia, es de Ceramica la Cartuja de Sevilla puesto que lleva el sello con el ancla en la parte posterior.

No pude conocer a casi ninguno de mis abuelos, mi abuelo paterno murió antes de nacer yo, mi abuelo materno falleció al tener yo 3 años, igualmente mi abuela paterna se fue al tener yo 4 años. Solamente la madre de mi madre, mi abuela Lucia, es la que tuve como abuela.
De blanca tez, sin una sola arruga, voluntariosa, no podia nunca estar sin hacer nada, de pequeña y gracias a una situación familiar acomodada habia aprendido a pintar al oleo, a bordar con hilos de seda, a hacer flores de tela...
Parte de esos cuadros, de sus bordados, pequeños tesoros que conservo como oro en paño.
Me gustaria seguir peinando tus canas y entrelazar tu pelo para hacerte- con horquillas- tu moño... recuerdos de una infancia cada vez más cercana, pues cuando más mayores nos hacemos, mas recordamos nuestra niñez...

Historia triste de una servilleta

¿Donde estaras, triste servilleta
que serviste, para anotar
de forma apresurada,
un poema escrito en un escaparate
de la bella Compostela?

Por aquel entonces
me reia del amor ajeno
ingenuo chiquillo,
yo era,al reirme
de alguien tan poderoso

Mi prima soñaba con abrazos
entre dos sábanas blancas
mas se hubo de conformar
con el abrazo al Apostol
de esta nuestra España.

Como cada mañana invernal, antes incluso de desayunar se encendía el brasero de picon y erra, igualmente era cambiada la vela delante del Sagrado Corazón de Jesus, con esa leyenda que pone " Reino en España, bendigo esta casa" igualmente de la estampa del Gran Poder sevillano, y el retrato del patriarca familiar, mi abuelo.

Cuantas navajas hicieron falta
con la cara llena de tizne
de la fragua, del yunque.

Cuantas camisas cosidas
entretelas y puños almidonados
cuantos hilos enhebrados...

Terminado en esfuerzo diario
cada tarde sin descanso
llegado a este remanso
el rezo del santo rosario
muchas veces con la luz apagada
para rezar no hace falta luz...

El engaño de la vida,
tanto esfuerzo...
para hoy romperse todo.

A mi familia paterna.

No me castigues con tu ausencia,
dijo el silencio.
Ante un eco reverberado
de verbenas callejeras.
Gritos de una alegría pasajera

Escucha, no hables,
me dijo el Silencio.
Mientras yo me preguntaba
como podría yo responderle
de forma callada

Lo miré,
cara a cara,
como en otras
madrugadas
y de su boca salió
una palabra...
" Sígueme..."

Siempre quisé pasar un verano contigo en la Zubia, en la fresquita Zubia granadina, esa Zubia de recuerdos familiares entrañables.
Quise caminar contigo por las afueras de Dios, recordar juntos ese imposible olvido, imaginando quién de los dos es el dueño de la herida.
Ayer mostraste tu herida, mas yo no lance flecha alguna desde mi tronera. Deseo que me muestres tu colección de bastones, tu bolso lleno de lápices y bolígrafos, en tu mirador, en un valle de Alcudía, tierra de la que reniegas y te aferras a ser cordobes, seguramente uno no sea de donde nazca, sino de donde le gustaría ser.
Conversaciones sosegadas en un patio lleno de aspidistras, con el pausado sonido del chorro de la fuente, contándome tu etapa de díscolo cartujo, tus vivencias...
Antonio, lucha...

Yugo llevadero, carga ligera
acudid a el,
los que no pueden más
los afligidos
Cristo os aliviará.

La grandeza de un corazón
hecho para amar
Corazón de Cristo,
no tienes límites
todo lo aguantas
todo lo puedes soportar.

Corazón humano,
aprende del corazón de Cristo