Soy Cofrade

Durante mis Jueves Santo en Sevilla, acompañe el palio de la Capitana de la Plaza de los Carros, fijandome bien en quienes me acompañaban en mi promesa cierta.
Acompañar a mi Madre del Rosario desde la Plaza de los Carros, hasta su entrada en Campana.
De entre todas las personas que ibamos juntos, cada año, casi siempre eramos los mismo, pero desde el primer año, preste mas atencion a un matrimonio de mediana edad, bella morena andaluza ella, aunque con ojos grandes y ojerosos, el, en cambio parecia mas sereno, aunque su pelo blanco denotaba un aspecto de canas prematuras.Abrazados, con sus manos unidas, quiza compartiendo ese mismo pesar.

Ambos iban abrazados , como formando parte de un mismo ser, siempre detras del palio de la Virgen del Rosario de Montesion, el primer año que los vi, ella llevaba en sus manos una fotografia, imagine que de algun hijo, y la miraba y a sus ojos nacian lagrimas de desconsuelo.
Detras de ese manto recogido, que es asi, no por una estetica decimononica, sino que la Virgen del Rosario va recogiendo cada suplica, cada ilusion, de los que la gente le iba ofreciendo a su paso.
Al llegar a campana, como sucede siempre de forma bastante injusta los guardias de seguridad nos apartaban no dejandonos entrar en el comienzo de Carrera Oficial.
Este Jueves Santo pasado, no los vi,y los eche de menos, me pregunte de las razones que impidieron al matrimonio ir detras de su manto, del manto recogido.