Soy Cofrade

La realidad se nos volvió distópica

vivimos momentos

que nunca llegamos a imaginar

que sucedieran

Frente a esa distopía

ahora, 

más que nunca

de nuestras vidas

debemos recuperar...

la Esperanza,

Ángel Antonio Quero Marín

Ni las lágrimas

regaran el grano

Cuanto es el fruto

que no da fruto

Ven y ara mi carne

siembra en mi profundo

no se, si te daré fruto

Nada serviran las palabras

solo los hechos

tierra fértil

del abandono del alma

Ángel Antonio Quero Marín

Siempre vivía a media luz 

en el semisótano 

de un edificio señorial.

Antonia, la anciana portera,

la mujer fuerte dispuesta a todo,

aunque ahora viera flaqueadas,

sus fuerzas,

había  visto entrar y salir

la vida y la muerte,

la vida misma...

Durante toda su vida

se había deshecho ,

sus rodillas

limpiando las escaleras,

de rodillas,

del bloque de pisos

del cual era la portera.

Cada noche, antes de dormir

miraba la descolorida estampa

de la  Macarena Esperanza,

cerraba sus ojos cansados,

y se imaginaba en ese cielo,

luminoso, lleno de luz,

que solo da la Esperanza,

estaba, con Ella.

Ángel Antonio Quero Marín