Soy Cofrade

Comprendo los llantos de Boabdil
entiendo su pena al perder Granada.
Dime, acaso, lector que me lees,
si no existe mayor belleza.

Que atronen todas las espingardas
que mañana es tu Domingo
Angustias "granaina"

Dolores de un puente
que sin ser Venecia
es el puente de los suspiros

Dolores de cara nacarada
de palio con doble bambalina
Dolores, siento por no verte.

Me enteré que se casan mis padres, mi madre, la novia, llevará un ramillete de cinco rosas champan y nardos, pequeñito, como ella, aunque sea lo más grande. En su solapa, una rosa de plata que algún día será para mi otra madre.
No todos los días se casan los padres de uno, en mi familia, nadie llego a celebrar sus bodas de oro.
Cinco rosas, porque cinco pudimos haber sido. Mi hermano el que se llamaría Angel Antonio,  mi hermana Maria del Pilar y yo, que no me llamaría como me llamo. Llevo un nombre prestado, cosas del destino.

En estas horas previas,
precisamente, en estas,
en que las horas pasan,
dejando esa huella,
de momentos e instantes
que aunque cientos de veces secularmente
pasaron de generación en generación.

Es la hora pero aún no lo es.
Todo esta preparado
¿estoy yo preparado para verte marchar?

Hoy pasarás el último día en tu altar de Cultos
cuando aun no tienes la maleta hecha...
cuando aun tu corona de oro y piedras preciosas
no ciñe tu cabeza...
cuando tu verde manto espera en la sala de tu ajuar.

Seran estos momentos, los previos
los más dulces,
pero como sucede siempre
nada pasa, todo queda
formando un eco de lejanos recuerdos.
Recuerdos que ni la niebla del olvido
conseguirá perderlos.