Soy Cofrade

Existen dos noches en las cuales
la Virgen esta entre su pueblo
Escucha conversaciones que muchas veces
pueden resultar inapropiadas
pues quienes las realizan, olvidan
la caridad fraterna, y se dejan llevar
por la crítica despiadada y seguramente la malsana envidia.
Esta noche, en el Humilladero,
como en aquella otra noche,
de un ya lejano mes de Septiembre
en que tu pueblo te hace ofrendas y puja.

Ambas noches son el Alfa y el Omega,
el principio y el fin,
dualidades como la vida misma.


En esta noche y como alrededor de una mesa camilla, irás despidiendote,
comprendiendo nuestras debilidades humanas.
Y mañana, con la cencellada de una fria mañana de Enero
partiras, princesa, hacia tu castillo encantado.
Y te despediran las ancianas, entre los cristales empañados
y los mas tiernos infantes, con gorro, guantes y bufanda
iran a ese lugar de emociones, cercano al ruedo taurino.

Y, una vez más La Solana, contará los días
hasta tu regreso, a este tu pueblo,
en una cálida mañana del segundo Domingo de Septiembre.

Escucha Madre de la Encarnación
a toda tu gente, que te pide salud,
que te piden recobrar su sustento
con un trabajo digno.
Intercede por este tu pueblo,
que cual niño, se acercará a tu oido,
para decirte que eres la Reina y la Madre de La Solana.