Soy Cofrade

te prometí la luna,
y aquí la tienes.
No mires su cara oculta
amarga y triste y con pena.
Mirala siempre,
que puedas,
pero sobre todo
cuando este llena.

Cuando se refleja
en la mirada, agonizante
de un cristo
cuando en una calle oscura
mitiga las sombras.
Cuando de brillo,
sea baño de plata,
a los varales de un pasopalio.

Te prometí la luna
y ahi la tienes
aunque el sol
en el claro día
oculte su presencia.

En una madrugada sublime
cuando el cielo
torme y tome el color
de su túnica
pensarás en mi,
pensaré en tí.

Esa luna, testigo es
de los días más preciosos
su brillo, en tus ojos
mientras suena una marcha triste,
aquella misma,
que una vez me dijiste
que emocionaba tu alma.

Amor divino, amor humano
quiza imperfecto,
nadie dijo que amar fuera fácil.