Soy Cofrade

Otro año más rumbo a Sevilla, la nueva Jerusalen que se dispone a presenciar la forma más bella de morir por amor.
Aunque en Sevilla Cristo también muere por el barrio de las tres mil en una sociedad más injusta e insolidaria.
Y antes de cenar, en esa última cena, lavará los pies, haciéndose el servidor, que grandeza...!!! el Maestro se vuelve siervo.
Pocas horas despues sudará y nadará en un mar de dudas por la plaza de los Carros mientras mi madre del Rosario de Montesión con la cara ladeada va lanzando suspiros, en ese tiempo indefinido en que no sabes muy bien en que jornada cofrade estas. La calle cuna se encojerá y mecerá para acunar a la Virgen del Valle. Sin olvidarme de Pasión, de los Negritos , la Quinta Angustia ó las cigarreras... que grande es el Jueves Santo sevillano...
Y llegará la noche más larga, la noche más bella...
En la que mi Señor que todo lo puede y mi Esperanza Macarena saldran para dar ilusión a la gente, al ver al Gran Poder cargando la poderosa cruz nuestras pequeñas cruces se hacen insignificantes.
No puedo olvidarme de la marginada cofradía del Calvario y la Virgen de Presentación Al igual que la madre y maestra hermandad del Silencio con ese cortejo que es para fijarte y recrearte en cada detalle, la llave del Sagrario del Monumento colgada del hermano mayor, el cirio y la espada...
Y al final despues de que entren las dos esperanzas, pues cuando entran será la hora nona, el velo del templo se rasgará en dos y la Cruz desnuda sera adorada como salvación del mundo.
Esa misma cruz que a esas mismas horas saldra de Triana llevando a Cristo expirando al cual llaman Cachorro, y ese cortejo del Valle o la Sagrada Mortaja.
La muerte se creerá por unas horas vencedora, mas cuando el cortejo de los Servitas entre se escucharan campanas de un triunfo, de aquel que no quiso reinar y venció a la muerte.
La próxima vez que vuelva a escribir en este blog habrá pasado todo, vendre cargado de vivencias íntimas e irrepetibles, al colgar y airear mi chaqueta cerraré mis ojos oliendo del incienso impregnado y una nueva añoranza invadirá mi alma. Traeré mi cámara de fotos con la memoria llena, más las mejores fotografias son aquellas que entran por los ojos y se graban en el alma.
Feliz Triduo Sacro, hermanos cofrades.