Soy Cofrade

Dicen que rezas,
porque te ven, arrodillado,
pero yo te veo, postrado,
naufrago en mar de dudas.

Dicen que tu sudor
se convierte en sangre
pero yo te veo llorando
porque no quieres morir.

Tu, mi Señor asustado,
los olivos, a tu lado.
Alzas los ojos al cielo
intentando encontrar, la respuesta.

Le preguntas a la luna del Pascevere
le preguntas a los surcos de la tierra
hubieras preferido ser campesino
y andar vareando esos olivos.

Pero bien lo sabes, mi Señor de las dudas
el Cristo más humano, casi cobarde
pues sufres en tus carnes
el miedo al dolor y al suplicio.

Mas un caliz amargo te es dado
y lo bebes hasta emborracharte
asintiendo la voluntad de lo alto
miras al suelo, compungido.

A mi Señor de la Oracion en el Huerto, el Cristo de los sentidos y miedos más humanos de toda Sevilla.